viernes, 21 de septiembre de 2012

La poesía es un arma cargada de futuro (Gabriel Celaya)

Quiero dedicar este post a la composición musical que el cantautor Paco Ibáñez hizo sobre el poema "La poesía es un arma cargada de futuro", de Gabriel Celaya, publicada en 1955 en su libro "Cantos iberos".







Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque a penas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.


Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.



(Gabriel Celaya)



Celaya se revela en este poema contra "la poesía que no toma partido hasta mancharse". Contra la poesía "gota a gota pensada". Defiende el compromiso social del poeta con el pueblo y con sus sentimientos más profundos. La poesía no puede ser un adorno, tiene que tener una finalidad social, hasta las últimas consecuencias, por peligroso que pueda ser (y que, sin duda, en 1955 lo era). 

Es realmente un poema sencillo de comprender, y muy emotivo. El poeta impregna de fuerza sus palabras, y nos alienta unir nuestros esfuerzos para luchar por el futuro. En última instancia, Celaya nos está pidiendo ser honestos y consecuentes con nosotros mismos. Que dejemos salir de dentro lo que en realidad somos, sin escondernos ni disimularlo. Poesía profundael canto que espacia cuanto dentro llevamos.



Fuente: gabrielcelaya.com

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